Un try en el último suspiro del wing Tom Varndell le dio el sábado pasado la agónica clasificación a las semifinales. Hoy, un drop del apertura Andy Goode a tres minutos del epílogo le otorgó el pasaje a la finalísima de la Guinness Premiership del sábado 31 de mayo en el mítico Twickenham. En cuestión de días, Marcelo Loffreda atravesó por todas las vivencias que derivan del súperprofesionalismo. El Leicester que entrena estaba con la soga al cuello y, ahora, espera la gran definición del rugby inglés ante otro equipo de Londres, el Wasp.
Los Tigers, en un partido definido como dramático, superó hoy al Gloucester como visitante por 26-25. Goode aportó 16 puntos a través de 3 penales, 2 conversiones y el drop que significó la victoria. Marcos Ayerza, el otro argentino, entró en el banco.
En tanto, el London Wasp superó con más comodidad su duelo con el Bath: 21-10.
Loffreda, cuya continuidad fue puesta en duda por algunos tras la eliminación temprana en la Heineken Cup y la derrota en la final de la Energy, ahora va por el botín mayor del rugby inglés. Y nada menos que en la Catedral.
A los Tigers les queda otra proeza. Tienen a un entrenador que sabe bien eso que tanto enseña el rugby: superar las adversidades.
