Rugby World Cup 2007 Los Pumas-Escocia

9 de octubre de 2007

Se agotaron los calificativos


La televisión sigue recordando aquí las imágenes del sábado en Cardiff. Es prácticamente un sinfín que recorre cada instante de la victoria de Francia sobre los All Blacks. A toda hora. También ayer en el Stade de France, antes del partido entre los Pumas y Escocia. Los diarios continúan titulando con los dos términos más utilizados en estas 48 horas: "Enormes", "Gigantes".

¿Cómo representar a los Pumas? Se agotaron los calificativos. ¿Enormes? Demasiado. ¿Gigantes? Más que ningún otro. Por el corazón, sobre todo. Porque, entre tantas otras cosas, ellos fueron en parte los grandes responsables del descalabro que se generó en el Mundial, mandándolo a Francia a jugarse al todo o nada en los cuartos de final con los All Blacks. Los neocelandeses deberían aprender de los argentinos. Si tuviesen ese fuego sagrado, serían sin dudas los campeones del mundo. Pero no lo tienen y nuevamente se marcharon antes, mucho antes. Y los que están en las semifinales son los Pumas.

Este equipo argentino que ya hizo historia pero todavía va por más, es un espejo donde mirarse. Porque se sobrepuso a todos los problemas de infraestructura que tiene el rugby argentino con respecto a las potencias. Porque cree en un libreto y lo ejecuta a la perfección. Porque juega con lealtad (es el único que no recibió tarjetas amarillas). Porque respeta su esencia. Porque ha logrado una unidad de conjunto pocas veces vista. Porque se banca las más difíciles. Porque defiende su ingoal como nadie (es el que menos tries recibió, apenas 3). Porque se atreve a soñar. Porque representa la última señal de romanticismo que tiene este rugby moderno que piensa más en el negocio que en el juego.

Hoy fue, lógicamente, día de descanso. También de mudanza. A los Pumas, evidentemente, les está saliendo todo en este Mundial. Es que al perder Australia quedó libre el Grand Barriere de Enghein les Bains y hacia allí partió el plantel al mediodía. A refugiarse de aquí al fin del torneo en un búnker donde están aislados de todo y donde se sienten como en su casa. Allí se armó la vigilia de los triunfos contra Francia e Irlanda. Allí se esperará a los Springboks sudafricanos, un rival al que nunca se pudo vencer con la camiseta celeste y blanca, pero sí con Sudamérica XV y con Buenos Aires. En ambos estuvo Marcelo Loffreda como jugador.

Será esta otra semana larga hasta el domingo a las 21 de acá, las 16 de la Argentina. Otra vez con mucho trabajo en lo psicológico, porque es necesario descargar las tensiones que se hicieron evidentes en los últimos minutos del test con Escocia. Relajarse y estudiar al adversario que viene, que es muy duro pero no imposible.

Los Pumas están entre los cuatro mejores del mundo. Como dijo Juan Fernández Lobbe, "una locura". Es que por la locura con la que juegan y con la que sienten el rugby, Los Pumas han llegado hasta un lugar que pocos imaginaban. Merecido.


Se realizó en el Centro de Prensa de París la preseleccion para elegir al mejor jugador del Mundial. Hay dos argentinos entre cinco: Juan Martín Hernández y Felipe Contepomi. Los otros son el neocelandés Richie McCaw, el sudafricano Brian Habana y el francés Yannick Jauzion. El resultado se sabrá el 21, un día después de la final.
Autor:
Jorge Búsico
Para La Nacion