Nunca vi un seleccionado tan unido Felipe Contepomi

5 de septiembre de 2007



Nunca vi un seleccionado tan unido



Por un par de razones muy fuertes, éste es un Mundial especial para este grupo. Porque se termina una etapa de ocho años de la era Loffreda, y también porque para muchos chicos será el último Mundial. Todavía no se olvida del todo lo que sucedió en 2003; aquella vez tuvimos mala suerte, nos quedamos afuera porque perdimos por un punto en el último partido (15-16 con los irlandeses). A los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes, eso nos sirvió para aprender de los errores; entonces, de acuerdo con nuestros recursos, hicimos las cosas lo mejor posible para prepararnos para esta nueva oportunidad, que nos encontrará otra vez en el Grupo de la Muerte.

Pero no sólo por todo eso, por las metas como equipo, este Mundial tiene tanta importancia. También la expectativa que hay en la gente, por lo que creció el seleccionado, le da un toque diferente a todo. Y también nuestros rivales están en similares condiciones; en Irlanda dijeron públicamente que el objetivo es llegar a las semifinales, y en Francia no se les ocurre otra cosa que pelear por el título. El hecho de que haya tres equipos con pretensiones altas en el mismo grupo, pero que solamente dos sigan, aumenta las exigencias en todo sentido.

En cuanto a la conformación del plantel, tenemos una mezcla muy especial; tenemos gente con experiencia, con juventud y, además, existe un nivel individual bastante interesante. Estas condiciones hacen que se plantee una competencia que eleva el nivel. Cada uno de nosotros sabemos que peleamos con compañeros que están en muy buena forma y eso nos exige al máximo. Muchas veces, esa competencia dentro de un equipo puede generar situaciones negativas, pero nada de eso pasa con los Pumas. Lo positivo de este grupo, entonces, es que la competencia entre nosotros es franca y leal. Eso, sumado a la unidad, hace que cuando el Tano (Loffreda) o Banana (Baetti) dan los titulares no repercute en la integridad del equipo. Nunca vi un seleccionado tan unido. Es difícil encontrar equipos así en el gran nivel; porque hay envidia, egoismo. El grupo humano es una fortaleza que debemos aprovechar. En el último año y medio atravesamos problemas de toda índole y el grupo nunca se debilitó. Nunca. No hubo fracturas, algo que sí ocurrió en otros tiempos en nuestro rugby.

La pregunta que se harán es si hicimos todo lo que pudimos para llegar bien a Francia. Y les aseguro que tratamos de optimizar los recursos con los que contamos. Cuando hablo de recursos me refiero no sólo el dinero, sino también a los tiempos, a la disponibilidad de jugadores... pero siempre existen percances, lesiones y no todo sale perfectamente como está planeado y ahí es donde tiene que aparecer el temple del equipo. Frente a la adversidad, este equipo trata de hacerse fuerte y creo que ese proceder siempre nos distinguió. Lo venimos demostrando así y seguiremos haciéndolo.

Nosotros tenemos un compromiso muy alto hacia nosotros y por la selección, y deseamos profundamente poder jugar nuestro mejor rugby en la Copa del Mundo. Desde hace cuatro años venimos repitiendo que el objetivo siempre fue el Mundial. Entonces, sólo estamos pensando en eso. Les aseguro que nos preparamos con absoluta seriedad y tenemos la cabeza puesta en lo que podamos hacer a partir del 7 de septiembre. Ojalá se nos dé lo que todos soñamos.

Autor:
Felipe Contepomi