Podemos ser los mejores Felipe Contepomi

7 de septiembre de 2007


Podemos ser los mejores en 80 minutos



Ya estamos frente al partido que tanto esperábamos. Siempre venimos diciendo que a nosotros, sin una competencia fija, no nos queda otra que trabajar en función de una Copa del Mundo. Los mundiales son nuestros únicos momentos para estar de la mejor forma. Y en cuanto al partido en sí, es uno de los más importantes de la carrera de todos los que estamos acá. Como les conté, éste es un torneo muy especial para el grupo, forjado en la última década y que llega con una buena combinación entre juventud y experiencia. Se nos da la oportunidad, otra vez, de inaugurar una Copa del Mundo, con todo lo que eso significa. Y como siempre sostuvimos, los puntos cuentan en el Mundial, y éste es ese momento de demostrarlo. Además, es la única competencia internacional fija en la que estamos involucrados. Entonces, no hay más oportunidades para demostrar cómo estamos.

Jugar con los franceses en París es especial, pero también existen particularidades bastante importantes, porque muchos de los chicos juegan y son reconocidos en este país. Hay muchas cosas que convierten este partido en algo único.

Francia cuenta con un apoyo incondicional por ser local, pero nosotros estamos muy bien preparados. Sabemos que no es fácil lo que nos toca, pero tuvimos una muy buena preparación, de lo mejor que está a nuestro alcance y esperamos que eso sirva. Sufrimos percances en el medio de la etapa previa al certamen, entre los casos de los lesionados y la desgracia con suerte que fue el problema del Negrito Gaitán, que, más allá de ser compañero en la selección, es mi amigo personal y lo quiero mucho, pero todo lo que pasó nos fortaleció más. Hoy estamos felices de que Martín esté tranquilo, bien y con su familia viéndonos jugar. Eso es una razón más para hacernos fuertes; por él y por todos los que no pueden estar, por distintos motivos, sabemos que tenemos que dejar todo.

Les repito: hasta aquí hicimos lo máximo que se pudo para estar bien. Por eso, nos podemos permitir soñar. Sabemos que Francia es el favorito para ganar este partido, pero lo único que está a nuestro alcance, que es la preparación, la hicimos correctamente y de la mejor manera, entonces estamos confiados. Ahora falta plasmar en la cancha todo lo que practicamos en estos meses.

En el Mundial pasado no nos fue del todo bien, pero sí en 1999. Este Mundial es la ocasión ideal para coronar el final de una buena época y el crecimiento del seleccionado. Pero más allá de los factores externos, lo más importante es que el equipo está muy bien. El Mundial no termina en este partido, es sólo un comienzo. Sí se trata de un partido clave para la zona clasificatoria, porque puede marcar el rumbo definitivo, pero no todo se resuelve hoy. Si le ganamos a Francia, igual hay que superar a Georgia dentro de cuatro días, después a Namibia y por último a Irlanda. No nos podemos quedar solamente con lo que pase esta noche, pese a que ganar nos dejará en una buena posición desde lo anímico para luchar por el grupo que nos tocó. Y si se pierde, hay que seguir, no hay que caerse.

No es una excusa, pero es claro que Francia está muy confiado, que llega en un nivel óptimo y son los candidatos a quedarse con el partido, pero yo siempre digo: "Los 80 minutos hay que jugarlos". Sabemos que son el tercer equipo del mundo en el ranking IRB, detrás de Nueva Zelanda y de Australia, pero si logramos hacer prevalecer la estrategia que planeamos, tenemos posibilidades. Pero si ellos despliegan su juego o se agrandan en los 20, 30 minutos, son casi imparables. Es uno de los equipos que tuvieron una de las mejores preparaciones para este torneo, y eso está a la vista.

Sin embargo, no nos dice nada eso. No es la primera vez que nos encontramos frente a esta situación. Por ejemplo, en 2004, cuando vinimos a Marsella, donde ellos les habían ganado a todas las potencias (Nueva Zelanda, Inglaterra, Australia y Sudáfrica), y decían que allí eran imbatibles, y nosotros éramos inferiores, les ganamos. Bueno, ese test-match es un ejemplo de que se puede; si aquel partido se vuelve a jugar diez veces, las diez nos gana Francia, pero ese día nosotros rendimos mejor, fuimos mejores y nadie pudo decir nada de que fuimos justos ganadores. Y eso se puede dar otra vez.

Sabemos de nuestras limitaciones; Francia tiene un equipo muy completo, no sólo por los quince que salen a la cancha, sino también por las alternativas que tiene en el banco, pero lo nuestro pasa por la confianza que nos tenemos. No somos mejores que Francia, lo sabemos, pero sí podemos ser mejores en 80 minutos.

Autor:
Felipe Contepomi